Que ganas tenía de sentarme delante del ordenador, relajarme y escribir sobre lo que estamos haciendo esta semana, una restauración puntual en un óleo sobre tela.

La verdad que el cuadro presentaba un buen estado de conservación en general, a excepción de las zonas donde se había utilizado el color blanco en exceso.

En estas zonas, como podeis ver en las fotos, nos hemos encontrado con unas craqueladuras prematuras, sin llegar a escamación ni levantamiento, como diría mi madre “¡niña, la pintura parece que se esta cuarteando..!”

Foto general del cuadro donde podeís ver las zonas que necesitan ser intervenidas

Fotos de detalle del gallo, donde podemos ver desde distinta posición el levantamiento de la capa pictórica.

El resto de la pintura se encontraba perfecta, incluso el barniz se conserva intacto. Así que pensamos que este craquelado se debe a un exceso de secativo en el óleo blanco, por lo que diseñamos un tratamiento para esta zona en concreto, un sentado de color siguiendo la formula tradicional con cola animal, empapelado y espatula caliente.  Que como podeis ir viendo en las fotos, el proceso sería el siguiente:

1. Preparamos la cola y una vez caliente la aplicamos en la zona afectada. Seguidamente empapelamos con papel japonés y vamos repitiendo el proceso hasta que toda la zona craquelada quede cubierta de papel y cola.

2. Pasamos la espatula caliente sobre el empapelado, colocando papel siliconado entre la espatula y la pintura, para no traernos el papel japonés en la espatula. La pintura gracias al calor vuelve a su lugar. Cuando hemos terminado lo dejamos con peso hasta el día siguiente.

3. 24 horas después retiramos el papel japonés con agua caliente e hisopo.

Voilá!! el resultado es muy bueno!!

Asentado con la espátula de la zona marcada.

Foto final del cuadro restaurado.