El Rastro de Fuengirola

No podemos negarlo, los mercadillos de la Costa del Sol están de moda. Y no es solo por la crisis que nos aprieta, que nos hace hurgar en bolsillos con telarañas, buscando calderilla. También es por salud: ¿Qué hay mejor que dar un paseíto al aire libre, bajo nuestro hermoso sol? ¿Y si, además, compras algo interesante y te ahorras unos euritos? ¿De verdad te vas a quedar viendo la tele?

En esta serie de entradas te vamos a presentar los mercadillos más conocidos, y reconocidos, de toda la Costa del Sol. Te diremos cómo llegar, qué comprar y cómo aprovechar al máximo nuestras visitas a los mercadillos.

Como no podía ser de otra manera, hoy comenzamos con el Rastro de nuestra querida Fuengirola. Para el que no lo conozca, el Rastro de Fuengirola es un mercadillo de objetos reales de segunda mano, artesanía y antigüedades. Podemos encontrar desde un vinilo de ‘The Beatles’ hasta una lavadora: recambios para el coche, herramientas de todo tipo, ropa de segunda mano, coleccionismo de monedas o fotografía artística, videojuegos, bicicletas, cargadores antiguos de teléfonos móviles… Prácticamente cualquier cosa que se te ocurra puede estar allí. Para nuestro negocio, en particular, es una ventaja tener este rastro tan cerca del Taller. No son pocas las veces que nos llevamos algún mueble viejo y lo restauramos. Incluso alguna antigüedad a precio de saldo.

Si tenéis la oportunidad de visitar el Rastro, hacedlo sin pensarlo mucho. Nuestra recomendación es que vayáis muy temprano ya que las gangas de verdad, las buenas ofertas, suelen ‘volar’ a partir de las 9 de la mañana. Incluso hemos llegado a ver a gente allí con linternas, antes de amanecer, buscando una buena pieza que llevarse al salón de casa.

Este rastro se celebra todos los sábados del año, excepto los días de fiestas y ferias de la Virgen del Carmen y de la Virgen del Rosario y Feria de los Pueblos. Desde el amanecer hasta más allá de las 3 de la tarde. Y está situado en el Recinto Ferial de Fuengirola que está en la Avenida Jesús Santos Rein. El Recinto Ferial cuenta con un amplio parking pero se suele llenar bastante temprano. Nuestra recomendación es que aparquéis por los alrededores y acudáis andando.

Un par de recomendaciones finales: la primera es que el mercadillo es un lugar estupendo para aprender a regatear, no os fijéis en el primer precio que os diga el vendedor ya que, jugando un poco, suelen bajarlo y convertir, esa buena compra, en una ganga. Y la segunda es que, como siempre, acudáis al Taller de Menia para restaurar esa antigüedad o decorar ese mueble viejo que comprasteis por poco dinero.