Seguro que más de uno tiene en casa algún objeto heredado o, simplemente, le tiene gran cariño. Pues eso mismo le ocurría a Ana con un marco que siempre ha portado la foto de sus padres y, aunque no sea una antigüedad en si, tiene un importante valor sentimental para ella. La verdad es que la entiendo, porque a veces tenemos un objeto en nuestra decoración que a diario pasa desapercibido pero, cuando nos detenemos a mirarlo, nos recuerda a un momento determinado o a alguien muy especial.  Me encanta que haya personas que vean a los muebles y a los objetos como los vemos nosotras y no los sustituyan por otros nuevos, que no poseen recuerdos.

Antes de la restauración. Foto del anverso.

Antes de la restauración. Foto del reverso.

Después de ponerme tan sentimental, vamos a contaros la restauración del marco paso a paso. Empecemos por como llegó al taller:

Cuando recogimos el marco y como podeis ver, estaba muy deteriorado. El estado de conservación de la madera era crítico, había grietas por todos lados, pérdida de cohesión y la parte superior se había separado. Aunque todo tiene arreglo ;).

Separación del lado superior del marco.

Detalle de las grietas y fisuras.

Lo primero que hicimos fue una limpieza básica y una consolidación química del marco, primero por el reverso y 24h después el anverso. El método utilizado fue por inyección, introduciendo el consolidante por todas las fisuras.

Consolidación química del marco.

Sin embargo la consolidación química a veces no es suficiente, así que decidimos realizar una consolidadión estructural para completar el proceso. Esto lo hicimos con una masilla de resina epoxi, con cualidades muy parecidas a la madera, respetando el original. Con este paso conseguimos  darle cohesión, dureza y fuerza al objeto.

Enmasillado de grietas, fisuras y huecos.

Lo siguiente fue encolar la pieza que se había separado, sujetandola al objeto durante 24 horas. Ya solo nos quedaba la reintegración cromática, que tiene una finalidad estética, más que funcional.

Encolado de la pieza.

Para ello estucamos previamente cada grieta y después aplicamos el color, con acuarelas para que sea reversible. El tono elegido es muy parecido al original, puesto que, como la pieza pertenece a un particular, el objetivo es que visualmente no haya diferencia de color.

En color blanco, las zonas estucadas.

Detalle del marco después de la reintegración cromática.

Finalmente le aplicamos una capa de protección a pincel por todo el anverso del marco, con una resina acrílica en disolución a baja concentración. Como siempre, no nos podemos quejar del resultado final :).

Después de la restauración.

Resultado final.